En el recetario italiano podemos encontrar numerosos platos con el término agrodolce, que se puede referir tanto a una técnica como a un condimento o aliño presente en recetas tradicionales muy vinculadas al mediterráneo, como la caponata o elaboraciones de pescado. En esta versión con calabacín, la humilde verdura adquiere un sabor espectacular y casi adictivo, no apto para paladares más remilgados.
Este saludable plato, perfecto para el final del verano o cualquier época del año, es una adaptación de Yotam Ottolengui, muy aficionado a versionar platos italianos con su toque particular y mirando también hacia el público anglosajón. En realidad no tiene mucho misterio: se prepara el agrodolce por un lado, se cocina el calabacín a la plancha y se combina todo con algún ingrediente más, dejándolo reposar.