El solomillo de cerdo es una buena opción para servir un plato de carne en ocasiones especiales sin complicarnos demasiado ni sufrir por nuestro bolsillo. Es una pieza magra, económica y versátil, que admite muchos acompañamientos. En esta receta lo preparamos con una salsa de cerveza y miel con ricas castañas y cebollitas glaseadas, una combinación ganadora.
Lo bueno que tiene el solomillo es que normalmente podemos calcular una pieza para dos personas, y es muy cómodo de cocinar. Solo hay que procurar que quede en su punto para que no se reseque y que tampoco esté crudo por dentro -esto no es un entrecot-, por lo que acompañarlo de una buena salsa aromática siempre es una idea acertada.