Creo que mi pasión - o más bien obsesión - por la calabaza empezó al mismo tiempo que mi afición por la cocina. Cuando era adolescente me moría de ganas de probar una típica tarta de calabaza, de las que se ven en las películas. Aunque la primera que hice era muy mejorable, tengo desde entonces una especie de tradición en esta época Este año la elegida ha sido una receta de tarta de queso y calabaza, una merienda ideal para el otoño.
Como siempre, recomendamos hacer el puré casero asando la hortaliza y escurriendo bien el agua, como os enseñamos aquí, así se gana en sabor y textura. Para la base podéis elegir las galletas que más os gusten, u optar por preparar una masa quebrada o similar en su lugar.