Seamos realistas. Nos gusta preparar platos sofisticados y ponernos retos en la cocina que nos hagan aprender nuevas técnicas y alcanzar horizontes que, a priori, nos pueden parecer imposibles. Sin embargo, las recetas sencillas y de toda la vida, como este arroz con pollo, nos siguen tirando, encandilando y llevando al estrellato de los cocinillas.
Para preparar un arroz con pollo no hace falta más que un pequeño puñadete de ingredientes básicos, una paella y 45 minutos. El resto es tener un poco de maña, algo que se suple siguiendo nuestra receta al pie de la letra, y muchas ganas de disfrutar de un plato único insuperable. Perfecto para una comida familiar. ¿Quién se apunta a prepararlo?