Los filetes de pollo empanados son un clásico de la cocina casera que casi todos asociamos a recuerdos de la infancia; en mi casa al menos eran -y son- uno de los recursos favoritos de mi madre para solucionar comidas y cenas durante un par de días. Los amantes del pollo crujientísimo pueden disfrutarlo también con recetas al horno como esta, ahorrándonos la fritura.
Freír da pereza y más aún cuando hay rebozados de por medio. Hay que tener algo de experiencia y maña para lograr una fritura saludable y crujiente, que no convierta la cocina en un caos y el pollo en una esponja de grasa. Por eso me gusta recurrir al horno; puede que no salga exactamente igual que frito, pero el resultado es más que satisfactorio.