Cuando nuestras previsiones se van al traste y la fruta se queda en el frutero más de lo planeado conviene tener ases en la manga de los que tirar para darle una salida digna y evitar que termine en la basura. Dicho esto no resultará difícil adivinar que este bizcocho de manzana y limón nació de esa necesidad y, oigan, resulta ser un descubrimiento fabuloso.
Una receta de aprovechamiento en toda la regla que se queda en nuestros recetarios para siempre. La combinación de manzana y limón nos encanta. La primera aporta una jugosidad increíble y el segundo un toque de sabor soberbio. El glaseado de limón es el remate del tomate, pero se puede prescindir de él y servir el bizcocho tal cual sale del horno o, simplemente, decorar con azúcar glasé.