Muchos de mis veranos de jovenzuela tuvieron lugar en Cataluña donde descubrí lo que es una llesca. Esto que puede sonar muy extraño es algo tan común como una "porción más o menos delgada que se saca de un pan cortándolo de lado a lado", es decir, una rebanada de pan. Hoy la cubrimos de tomate, mozarella y rúcula para darnos un sabroso homenaje.
Recuerdo la primera vez que entré en una llesquería y lo mucho que me gustó el invento que, por aquellos entonces, asemejé a la pizza italiana por ser ambas una base de masa cubierta de otros productos y horneada. Hoy me he sentido nostálgica y me ha apetecido rememorar aquellos tiempos con esta llesca de tomate, mozarella y rúcula, una receta fácil y rápida.