El brunch, palabro que tan chic suena y que proviene del matrimonio entre breakfast y lunch, es un invento anglosajón que alimenta a los ingleses en las mañanas de domingo desde hace más de un siglo. A España llegó hace años y lo acogimos con los brazos abiertos. Los desayunos tardíos nos pierden. Y más si vienen con su zumo, su café, su fruta, sus tostadas, sus fiambres, etc. Y, por supuesto, sus huevos Benedict o Benedictine.
Estos huevos se acompañan normalmente de unas lonchas de buen jamón cocido marcadas en plancha, para quitarle el frío de la nevera. Nosotros nos hemos levantado rebeldes y lo hemos sustituído por salmón ahumado y unas láminas de aguacate. Pero igualmente podríamos haber usado panceta, espinacas, champiñones,... Al gusto.
Aunque existe la creencia generalizada de que esta receta es algo complicadísimo, lo cierto es que no encierran dificultad alguna. Con nuestros trucos y técnicas te va a resulta muy sencillo dominar los huevos Benedict, el brunch hipster por excelencia.
Ingredientes
Para 2 personas
Panecillo 2
Mantequilla 5 g
Salmón ahumado loncheado 50 g
Agua
Huevo 2
Aguacate 1
Salsa holandesa 30 g
Cómo hacer huevos Benedict con salmón
Dificultad: Fácil
Tiempo total 20 m
Elaboración 10 m
Cocción 10 m
La salsa holandesa se puede encontrar en algunos supermercados, en la sección de salsas, pero no es fácil de conseguir. Si tienes que hacerla en casa, esta es nuestra receta infalible. Lo mejor es prepararla en el momento y mantenerla caliente al baño maría.
Para la salsa holandesa casera, calentamos agua en un cacito y, sobre él, colocamos un recipiente amplio y hondo. Introducimos 150 g de mantequilla y fundimos al baño maría sin tocar. Según toma temperatura se forma espuma en la superficie y en la base queda una capa residual.
Limpiamos la mantequilla fuera del fuego. Retiramos la espuma con una cuchara y separamos/reservamos la parte limpia de la mantequilla de los residuos de la base (estos los desechamos).
Introducimos dos yemas de huevo (a temperatura ambiente), una pizca de sal, otra de pimienta negra molida y una cucharada de zumo de limón en el vaso de una batidora de mano. Colocamos el brazo de la batidora en su interior y ponemos en funcionamiento, sin mover de la base.
Añadimos la mantequilla clarificada y templada (deberíamos tener unos 120 gramos), dejando que caiga poco a poco y sin parar de batir. Movemos el brazo de la batidora solo cuando la salsa emulsione, para evitar que se corte. Mantenemos la salsa holandesa templada en un bol al baño maría.
Para el resto de la receta, cortamos los panecillos por la mitad y nos quedamos solo con la base. Untamos con una capa fina de mantequilla y tostamos por las dos caras. Abrimos un aguacate por la mitad, pelamos y laminamos. Cubrimos con ello la base de cada panecillo.
Cortamos dos cuadrados de papel film y engrasamos con un poco de aceite. Colocamos cada uno en el interior de un cuenco e introducimos los huevos en su interior. Salpimentamos al gusto. Juntamos las esquinas del papel film procurando que no quede aire en su interior. Cerramos con hilo de bramante y cocemos en abundante agua hirviendo durante tres minutos.
Retiramos los huevos del agua y los trasladamos a un recipiente con agua helada para cortar la cocción. Retiramos los huevos del papel film, colocar sobre los panecillos con el salmón y napar con salsa holandesa. Espolvorear con un poco de cebollino fresco picado y pimienta negra (opcional).
Con qué acompañar los huevos Benedict con salmón
Si quieres montarte un buen brunch, puedes acompañar los huevos Benedict con salmón de café, zumo, fruta fresca, fiambres variados, quesos, panes, etc. Se pueden preparar también para cenar, son un plato muy completo con que finalizar el día.
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