Muchas son las tapas que se pueden disfrutar en Sevilla pero, si hay una que a mi me resulta representativa por encima de las demás, es el solomillo al whisky. Curiosamente, en muchos lugares, el whisky no es el licor que se utiliza para elaborar este solomillo de cerdo, sino el coñac. Esto me llama poderosamente la atención. Si se usa este licor, ¿por qué no llamarlo solomillo al coñac?
El caso es que, a pesar de ello, el nombre del plato no cambia. Y tanta gracia me hace este asunto que, aunque normalmente yo preparo el solomillo con whisky, hoy he decidido traeros la variante que en tantas tascas sevillanas he disfrutado. Se use el licor que se use, el solomillo al whisky es un plato sabroso, sencillo de preparar y la mar de resultón. Os animo a que lo comprobéis por vosotros mismos.