El chef Gonzalo de Salas se inventó sus magníficas croquetas hace más de siete años, y desde entonces han sido su gran éxito. No es de extrañar dado lo sorprendente que resulta metérselas en la boca y ver como su interior, además de estar exquisito, tiene una consistencia absolutamente líquida.
Durante cinco años De Salas se llevó sus croquetas, y el resto de su cocina, a Polonia, donde ha regentado dos restaurantes de cocina española, pero está de vuelta en Madrid, donde regenta los fogones del nuevo restaurante Bocaboca. Y allí está preparando de nuevo el que es su hit absoluto.