En nuestro país no se lleva mucho, pero hemos visto cientos de veces en el cine y series estadounidenses cómo pedir unos huevos revueltos o una tortilla francesa solo de claras es lo más normal del mundo. Se asocia siempre a personajes deportistas o que están a dieta, aunque nos parezca que prescindir de la yema sea un crimen gastronómico.
Hasta que tienes antojo de tortilla, no te quedan huevos y solo hay una botella de claras pasteurizadas en la nevera. Y encuentras una receta avalada por un famoso chef francés que un aspecto más que apetecible. La preparas y, de pronto, se convierte en tu plato comodín para desayunos, almuerzos o cenas.
Es una tortilla extremadamente ligera cuyo secreto está en conseguir un interior tan esponjoso como una nube, con un exterior dorado y crujiente. Para ello es imprescindible batir mucho las claras, creando casi una espuma blanca, y cuajar la tortilla en una buena sartén antiadherente. Una skillet de hierro fundido es ideal por lo mucho que se calienta y cómo distribuye el calor, pero puede servir otra de buena calidad.
El sabor lo aportan las hierbas frescas y el toque imprescindible de ralladura de limón, que convierte a la tortilla en un plato muy fresco, perfecto para días primaverales o veraniegos. Se puede usar cualquier combinación de hierbas, preferiblemente combinando, al menos, tres tipos diferentes. Y hay que ser muy generosos con ellas.
Además nos será muy útil contar con batidor de cuchara mágico para batir las claras, y dos espátulas finas antiadherentes para doblar la tortilla. La idea es dejar el interior cocinado solo lo justo, esponjoso, mientras que el exterior debe marcarse a fuego muy fuerte para quedar dorado y crujiente.
Esta receta está indicada para compartir entre dos en un desayuno, pero es ideal para un solo comensal en el almuerzo o la cena. Ligera pero saciante, gracias a su alto contenido en proteínas, es un plato estupendo tanto para deportistas como para quienes estén controlando el peso.
Ingredientes
Para 1 persona
Clara de huevo (4 unidades) 140 g
Finas Hierbas picadas, 2 cucharadas o al gusto
Sal
Pimienta negra molida
Limón 1
Aceite de oliva virgen extra
Cómo hacer tortilla de claras a la finas hierbas
Dificultad: Fácil
Tiempo total 15 m
Elaboración 10 m
Cocción 5 m
Comenzar preparando las hierbas. Seleccionar las más frescas y sanas, lavar con suavidad con agua, escurrir y secar muy, muy bien. Picar a cuchillo dejándolas finas pero sin que formen una pasta, y mezclar en un cuenco. En nuestro caso hemos usado estragón, cebollino y perejil rizado.
Disponer las claras en un recipiente y batir con energía hasta dejarlas muy esponjosas. Con un batidor tipo cuchara mágica se consigue en pocos segundos. Añadir una cuhcarada de hierbas y salpimentar, mezclando bien.
Poner al fuego una sartén antiadherente hasta que esté muy caliente. Entonces engrasar ligeramente todo el fondo con aceite (se puede usar un pincel de cocina) y echar toda la mezcla de claras y hierbas, llenando toda la superficie. Extender con una lengüeta o espátula si fuera necesario.
Cocinar 1-2 minutos o hasta que se vea crujiente en los bordes. Cubrir con otra cucharada de hierbas y apagar el fuego. Levantar inmediatamente por un lado con dos espátulas y doblar sobre sí misma. Retirar del fuego y dejar que el calor residual termine de asentar el centro.
Servir al momento con pimienta negra recién molida, ralladura de limón y sal, opcional. Añadir más hierbas o un chorrito de aceite por encima si se desea.
Con qué acompañar la tortilla de claras
Dependiendo de nuestras necesidades y de la hora del día a la que tomemos la tortilla, podemos acompañarla de casi cualquier cosa que nos apetezca. Con buen pan, una ensalada, fruta fresca, salsa de yogur, aguacate, salmón ahumado, jamón ibérico o pavo asado, hummus o guacamole... Un toque de salsa picante también le iría estupendamente bien.
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