Variar nuestros desayunos -o meriendas- en casa no tiene por qué ser una tarea complicada, y puede ser tan saludable como sabroso y nutritivo, incluso si queremos controlar nuestro peso. Un lácteo como el queso cottage es una opción estupenda para los que echen de menos el dulce por las mañanas, bien acompañado de fruta fresca.
Tenemos muy asimilado que el pan, los cereales, la bollería y otros alimentos ricos en hidratos son comida "de desayuno", pero en absoluto son imprescindibles. Vitaminas, fibra y proteínas, con un poco de grasa saludable, también nos pueden dar muchas energías. Y preparar un bol como este apenas nos llevará unos minutos.
El queso cottage, con su sabor fresco y ligeramente salado, de textura granulada cremosa, es muy rico en proteínas y bajo en grasas, perfecto para deportistas, dietas de adelgazamiento o quienes busquen reducir la ingesta de hidratos de carbono refinados. Existen además opciones sin lactosa en el mercado, y podríamos sustituirlo por ricotta o requesón.
Si queremos adelantar trabajo podemos hacer la salsa de arándanos con antelación, para que esté fresquita y reposada cuando vayamos a tomarla. También la papaya se puede dejar troceada, macerando en zumo de lima y algunas especias o un punto de sal, si nos apetece, en un recipiente hermético en la nevera.
Esta receta la podemos usar como base para miles de variantes. Además de los cambios mencionados para el queso, podríamos usar en su lugar yogur griego o skyr, queso fresco batido o quark, incluso queso de Burgos. En cuanto a la fruta, elegimos papaya por su poder digestivo y frescor tropical, así que podríamos cambiarla por piña fresca, o incluso mango. Las semillas de chía añaden grasas saludables y un punto crujiente muy agradable, siempre que se echen justo en el momento de consumo.
Ingredientes
Para 2 personas
Papaya (grande, o 1 pequeña) 0.5
Arándanos 200 g
Lima o limón 2
Queso cottage 300 g
Pimienta negra molida
Sal
Semillas de chía
Cómo hacer queso cottage con papaya y salsa de arándanos
Dificultad: Fácil
Tiempo total 30 m
Elaboración 10 m
Cocción 20 m
Reposo 20 m
Retirar las semillas de la papaya, pelar y cortar en cubos pequeños o picar la pulpa. Mezclar en un recipiente, recogiendo sus jugos, con una pizca de sal, pimienta negra, el zumo de una lima entera y un poco de ralladura. Si se desea, se puede añadir vainilla molida, canela o chile picante en polvo. Dejar marinar como mínimo 20 minutos, o toda la noche en la nevera.
Disponer los arándanos previamente lavados y secos en un cazo. Añadir el zumo de 1/2 lima y calentar a fuego suave. Machacar un poco con una cuchara, pero dejando frutos enteros. Mantener la cocción muy suave, durante unos 20 minutos o hasta que hayan soltados sus jugos. Retirar y dejar enfriar. Esto también se puede hacer la víspera y guardar en la nevera.
A la hora de servir, repartir el queso cottage en dos cuencos, escurriendo el suero que pueda llevar, y combinar con una buena porción de papaya y sus jugos, y otra de la salsa de arándanos, echando parte del líquido por encima del queso. Decorar con más ralladura de lima y semillas de chía o de otro tipo al gusto.
Con qué acompañar el queso cottage con fruta
Este bol de queso, papaya y arándanos no necesita realmente ningún acompañamiento más, si lo concebimos como desayuno o merienda. Podemos tomarlo con café o una infusión, o lo que estemos acostumbrados a tomar a esas horas. Si queremos que sea más nutritivo podemos añadir un puñado de frutos secos al natural o tostados, o convertirlo en un almuerzo o brunch con algún huevo o una tosta de pan de calidad con aguacate, salmón o el siempre infalible tomate con aceite.
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