Hace años que explotó la burbuja de los cupcakes, esos pastelitos con aspecto -engañoso- de magdalena decorada que alcanzaron una verdadera obsesión en Estados Unidos, y medio mundo. Superada la locura hoy siguen siendo parte del repertorio clásico de la repostería americana, y que la famosa pastelería Magnolia Bakery ha sabido convertir en todo un icono propio.
Hace ya años que terminó la serie 'Sexo en Nueva York', pero seguimos acordándonos de la mítica escena de Carrie y Miranda devorando unos cupcakes en aquel banco delante de Magnolia. Apenas 20 segundos que lanzaron a la fama a una pastelería que hoy tiene locales abiertos en todo el mundo y ha registrado su marca más característica, la receta y técnica del frosting o cobertura. ¿Cuál es su secreto?