Los pimientos rellenos me gustan todo el año, pero cuando llega el verano, prefiero hacerlos con rellenos fríos y salsas basadas en la mayonesa para poder tomarlos recién sacados de la nevera, ya sea de aperitivo o como plato principal. Una de las combinaciones que más nos gusa en casa son los pimientos rellenos de salmón, aguacate y cangrejo, que resultan apetecibles a cualquier hora del día.
Es una receta que no se tarda mucho en preparar y que aguanta muy bien un par de días en la nevera por lo que la podéis tener hecha con antelación y servirla cuando regreséis de la piscina o cuando os apetezca un delicioso tentempié.
Ingredientes para 4 personas
- 14 pimientos del piquillo, 1 yogur natural, 3 cucharadas de mayonesa, de palitos de surimi de cangrejo, 150 g de salmón fresco, medio aguacate
Cómo hacer pimientos rellenos de salmón, aguacate y cangrejo
Para poder desmigar el salmón noruego, lo hacemos a la plancha a fuego lento sin usar nada de aceite. En un par de minutos por cada lado, quedará en su punto. Luego quitamos la piel y lo desmigamos con un cuchillo.
Por otro lado cortamos el aguacate en trocitos pequeños y deshacemos los palitos de surimi de cangrejo convirtiéndolos en hilos. En un bol, ponemos los tres ingredientes y añadimos una cucharada sopera de mayonesa, mezclando hasta conseguir una masa más o menos homogénea.
Abrimos la lata de pimientos del piquillo y los pasamos por la sartén un minuto por cada cara, lo justo para que no estén crudos. Cuando se enfrían, los rellenamos con la farsa preparada. Si se nos rompe alguno lo guardamos para dar un toque a la salsa.
Para hacer la salsa, usamos la batidora y trituramos el yogur con dos cucharadas soperas de mayonesa y uno o dos pimientos hasta conseguir una salsa ligera de color rosado. Montamos el plato colocando los pimientos añadiendo la salsa por la zona del pico y espolvoreando con cebollino muy picado.
Tiempo de elaboración | 20 minutos
Dificultad | Muy fácil
Dificultad | Muy fácil
Degustación
Estos pimientos rellenos de salmón, aguacate y cangrejo se comen en frío por lo que os recomiendo que los guardéis en la nevera hasta el momento de comer. Con una copita de vino blanco o una cerveza bien fría, son ideales a la hora del aperitivo.
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