Con este calor de los últimos días, solo pienso en cremas y sopas frías y tras el gazpacho de cerezas con queso y anchoas, hoy he preparado una crema fría de pepino y aguacate con salmón ahumado para la cena. Esta receta refrescante de verano es estupenda para cuando quieres una receta fácil y rápida, ideal para una cena ligera.
Tiene el sabor y el recuerdo de los tzatikis griegos, con un poco más de cuerpo gracias al aguacate y con el complemento de un salmón ahumado presentado en forma de rosa y las huevas que aportan el crujiente y el potente sabor a mar. La receta es muy fresca y queda perfecta para cuando te quieres lucir con los tuyos. Si la hacéis en vasos pequeños tipo chupito, podéis también servirla como entrante en cenas con amigos. Veréis qué sencilla es esta receta, de las que sale siempre buenísima.
Ingredientes para 4 personas
- 2 yogures naturales, 2 pepinos, salmón ahumado, 1 aguacate, ramitas de eneldo, huevas de salmón
Comenzamos sacando 4 láminas de pepino, que reservamos en agua fría para que estén bien crujientes, ya que las usaremos para decorar cada copa de crema. Picamos el resto del pepino y el otro y los metemos en el vaso de la batidora.
Abrimos el aguacate, retiramos el hueso y lo añadimos. Incorporamos también el yogur y un pellizquito de sal. Trituramos hasta obtener una crema bien fina y homogénea. Reservamos en la nevera hasta el momento de servir.
Preparamos un salmón ahumado casero o lo compramos ya hecho. Cortamos unas tiras y las enrollamos sobre sí mismas formando unas espirales que se asemejarán a las rosas. Enrollamos también las láminas de pepino reservadas.
Montamos cada copa sirviendo la crema de pepino, aguacate y yogur bien fría, clavando una espiral de pepino y decorando con la rosa de salmón ahumado, unas huevas de salmón y una ramita de eneldo. Espolvoreamos con más "pelillos" de eneldo y servimos inmediatamente.
Tiempo de elaboración | 20 minutos
Dificultad | Muy fácil
Dificultad | Muy fácil
Degustación
Esta receta de crema fría de pepino y aguacate con salmón ahumado, agradece un toque crujiente como el de las "regañás" con las que la he acompañado en la foto de portada. Para beber, una copa de vino muy frío, por ejemplo un vino de las Rías Baixas, le va que ni pintado.
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